DSC_1522Dos seminarios de cierre, en Vallenar y Copiapó respectivamente, realizó el proyecto CONICYT-FIC Regional “Sustentabilidad del Recurso Hídrico en el Sector Productivo de la Región de Atacama”. En ambas oportunidades se presentaron las conclusiones de la iniciativa, junto con alcances medio ambientales, de gestión, legales, entre otros, a través de las charlas de especialistas que abordaron las complejidades del manejo del agua. El proyecto fue ejecutado por el centro científico CEAZA.

El trabajo buscó generar y fortalecer los vínculos entre la comunidad científica, el sector productivo y los actores del sector público. A través del análisis, Claudio Vásquez, gerente corporativo del CEAZA y director de la iniciativa, señaló que existe la necesidad de aumentar el monitoreo meteorológico, especialmente a nivel intrapredial en las cuencas de Copiapó y Huasco. Asimismo, fomentar las visiones consensuadas en torno al uso del recurso hídrico, a través de, por ejemplo, la reposición de mesas de diálogo. Por otro lado, el profesional manifestó que se requiere capital humano avanzado y el establecimiento de nueva infraestructura, que permita el desarrollo del sector científico en la zona y su vinculación con universidades y los sectores público y privado.

Vásquez asegura que existe la necesidad de considerar el agua como un bien ecosocial “que nos brinda servicios para los ecosistemas que nos rodean, no solo solo como bien de consumo”.

Capacitación sobre temas de agua

En Vallenar, el Presidente de la Junta de Vigilancia de la Cuenca del Río Huasco, Guillermo González Gray, enfatizó la necesidad de aplicar avances científico-tecnológicos y de capacitar a los agricultores para que todos estén conscientes de que el agua es escasa en la zona y se debe cuidar en cantidad y calidad.

“No podemos pensar que vamos a poder incorporar a nuevos usuarios del recurso hídrico. A esta alturas todos los derechos superficiales de agua ya están otorgados y la cuenca está prácticamente cerrada para el otorgamiento de los derechos subterráneos. Eso nos obliga a estar más atentos para mantener la sustentabilidad de esos recursos hídricos, para que tenga un efecto positivo desde el punto de vista social y económico en las personas”, afirma el representante.

Dra. Daniela Rivera (PUC),
Dra. Daniela Rivera (PUC), “Existe un desconocimiento generalizado sobre la normativa de agua y de las problemáticas que se dan”.

la Dra. Daniela Rivera, abogada especialista en en derechos de agua de la Pontificia Universidad Católica de Chile y expositora del seminario, concuerda con González Gray en la necesidad de capacitar, ya que a su juicio se conoce poco sobre la legislación que rige el tema de los recursos hídricos.

“Existe un desconocimiento generalizado sobre la normativa de agua y de las problemáticas que se dan, no solo desde el punto de vista de los usuarios, sino que también se observa en otros actores involucrados. Esto se evidencia, de manera notoria, en muchas resoluciones de los tribunales de justicia”.

Considera que la manera de superar las brechas de información existente es a través de proyectos como el que encabeza CEAZA y de otras iniciativas gubernamentales que son adjudicados o licitadas por oficinas con competencia en materia de aguas, quienes se encargan de capacitar, directa o indirectamente, a organizaciones de usuarios.

“La mejor forma de canalizar la entrega de conocimiento especializado es a través de las organizaciones de usuarios. Y no solo de las juntas de vigilancia, sino también de las comunidades de agua y de las asociaciones de canalistas”, asegura.

Valoración del agua

Entre las presentaciones se contó con la charla del Dr. Felipe Vásquez, Investigador de la Facultad de Economía y Negocios, Universidad del Desarrollo, quien abordó la valoración subjetiva del agua entre quienes la utilizan, la que dependería de aquello que estemos dispuestos a sacrificar para contar con ella, al igual que con otros bienes.

Dr. Felipe Vásquez,
Dr. Felipe Vásquez (UDD), “cuando se está cerca del consumo cero de agua los conceptos económicos de disposición a sacrificar son más difusos”.

“Cuando no tenemos agua, la valoración cambia y no responde a criterios tan subjetivos, porque ¿cuando no se tiene nada de agua, qué se está dispuesto a sacrificar?. Seguramente todo lo que se tiene. Como es esencial no se puede tener consumo cero. Y cuando se está cerca del consumo cero estos conceptos económicos de disposición a sacrificar son más difusos”, afirma.

Añade que en estricto rigor, si los mercados de agua funcionaran sin considerar situaciones sociales del entorno, el recurso se asignaría a quien la valora más, pero esta forma de mercado completamente abierto, sin restricciones, no protege el consumo humano, lo que generaría problemas migratorios enormes. Por eso se establecen consumos mínimos para diferentes usos.

“En agricultura tiene sentido que el mercado funcione, porque en la medida que existe escasez relativa de agua, el precio se hace más alto, el agricultor tiene un incentivo para innovar e invertir en tecnología que le permita mayor eficiencia hídrica. Si se tuviese el agua asegurada por cualquier evento no existiría incentivo para reducir el consumo”.

Recarga de acuíferos y calidad de agua

Desde otra perspectiva de valoración, el ingeniero en hidrología MSc. Carlos Gutiérrez, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México e integrante del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, considera que en la Región de Atacama se podría realizar algún proyecto de recarga controlada de acuífero en que se pudiesen utilizar los volúmenes de aguas residuales tratadas o las de períodos en que precipita más.

“Habría que construir algunas obras, buscar el sitio adecuado para almacenar esas aguas para otros usos. Y en el caso de las precipitaciones extraordinarias, hay que estar preparados para tener todos los estudios ya hechos, el sitio, las obras por si se presenta la lluvia, dirigir el agua y almacenarla en el subsuelo”, señala.

MSc. Carlos Gutiérrez (IMTA-UNAM),
MSc. Carlos Gutiérrez (IMTA-UNAM), “el beneficio de recargar es que cuando se inyecta el agua al suelo el acuífero sirve de filtro y depura el recurso”.

Según Gutiérrez, el beneficio de utilizar este sistema es que en el subsuelo existe una gran cantidad de espacios disponibles. Además, agrega, cuando se inyecta el agua al suelo el acuífero sirve de filtro y depura el recurso. También, al estar el agua en el subsuelo no sufre pérdidas por evaporación, como cuando se retiene en la superficie.

En el ámbito de la calidad de agua que se utiliza en Copiapó, el Dr. Klaus Bieger, de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Atacama, establece que el recurso al estar en contacto miles de años con la roca se ha saturado de minerales y es lo que, básicamente, se consume a través de la llave del agua potable.

Señala que podrían haber algunos elementos químcos de cuidado en ella, pero aun faltan análisis y datos publicados al respecto.

Según la información que maneja el investigador, si existen datos publicados acerca de la correlación entre el número de casos de cálculos renales entre los habitantes de la zona y la dureza del agua.

Proyecto

La iniciativa ha sido financiada por el Gobierno Regional de Atacama, a través de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), y ha contado con el apoyo de la Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama, la Universidad de Atacama, la Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes y la Junta de Vigilancia del Río Huasco.

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