El trimestre de marzo a mayo sería mayormente seco de acuerdo al análisis meteorológico de CEAZA

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Según el Boletín Climático de CEAZA, en febrero los niveles de embalses se encuentran en niveles bajos. En este contexto, los modelos climáticos indican que “el trimestre marzo/abril/mayo de 2024 sería mayormente seco para la época del año. Esto se traduce en que habría que esperar la transición hacia invierno para tener mayor posibilidad de eventos importantes de precipitación en la región”, se informa en el reporte.

“Estamos todavía muy lejos del invierno y aún nos encontramos en fase de El Niño. El fenómeno ENOS está en una fase de enfriamiento y los pronósticos están favoreciendo hacía un invierno en una fase La Niña, la que en general ha sido un factor desfavorable para las precipitaciones en el pasado”, explica Cristian Orrego, encargado del área de meteorología de CEAZA.

En este sentido, el informe del Centro Científico CEAZA notifica que las precipitaciones en la región se han registrado “bajo lo normal en promedio en los últimos 5 años. Esto ha provocado bajos caudales por quinto año consecutivo. La temporada actual presenta un 27% de los históricos en Elqui, 21% en Limarí y 41% en Choapa. Esta situación ha conllevado a una constante disminución en los niveles de agua embalsados durante los últimos años”.

Cabe mencionar que “episodios de llovizna a lo largo de la costa y chubascos débiles en precordillera y cordillera se registraron durante febrero. Como consecuencia, los niveles de embalse continúan bajos”, indica.

El análisis de los datos hidrológicos señala que el agua embalsada, por ende, en Elqui es de un 8% con respecto a su capacidad, en Limarí de un 3% y en Choapa de un 36%. La infografía preparada por CEAZA entrega los porcentajes para cada embalse del territorio. 

Temperaturas en distintos sectores

Para el mismo trimestre (marzo/abril/mayo), los modelos globales estudiados por CEAZAMet pronostican que “las temperaturas promedio disminuirían al comenzar la temporada fría, no obstante, en sectores interiores de la región persiste el pronóstico de temperatura promedio sobre el rango normal para la época del año. En cambio, a lo largo de la costa las temperaturas promedio estarían dentro del rango normal para otoño”.

¿Se esperan precipitaciones para este otoño-invierno? 

“Actualmente la fase de El Niño–Oscilación del Sur (ENOS) continúa debilitándose, y se espera llegar a una nueva fase neutra entre abril y junio”, informa el reporte. 

En términos de precipitación, el Boletín Climático de CEAZA explica que “lo anterior implica que factores de escala intraestacional serían los principales agentes moduladores de la frecuencia e intensidad de los sistemas frontales que lleguen a la región durante la temporada lluviosa. Tomando en cuenta lo anterior, los modelos sugieren que lo más probable es que la precipitación se mantenga por debajo del rango normal en la región, al menos hasta inicio de invierno”.

Cristian Orrego, encargado del área meteorológica del Centro Científico CEAZA indica que “estamos todavía muy lejos del invierno y aún nos encontramos en fase de El Niño. Sin embargo, existen al menos 2 factores que apoyan la idea de un invierno con probables precipitaciones bajas, por un lado el fenómeno ENOS está en una fase de enfriamiento y los pronósticos están favoreciendo hacia invierno una fase La Niña, la que en general ha sido un factor desfavorable para las precipitaciones. Por otro lado, los modelos estacionales de instituciones internacionales disponibles (simulaciones atmosféricas de los patrones esperados hacia los próximos meses) también están alineados en un escenario con bajas precipitaciones en los próximos meses y hasta al menos. entrado invierno”.

El pasado año 2023, se experimentó el fenómeno de El Niño en la Zona Central de Chile, que por lo general se relaciona con precipitaciones más abundantes. “El 2023 ocurrió lo que se esperaba para un año con El Niño fuerte, esto es precipitaciones normales y sobre lo normal en gran parte de Chile Central. Sin embargo, lo usual en otros años en estas condiciones habría sido que el área de influencia abarcara también a la Región de Coquimbo y el año 2023 no fue el caso, lo que fue una pésima noticia para esa zona, porque fue una año de continuación de la extensa sequía que vive. Y esta misma situación de condiciones normales y favorables para el centro y desfavorables para el norte se vivió en los caudales.

¿Por qué fue diferente al resto de la Zona Central?  Tomás Caballero, meteorólogo del CEAZA explica que “la Región de Coquimbo se podría considerar el límite norte de la Zona Central. Dado que la región es considerada una zona de transición entre climas áridos y húmedos y el clima está cambiando, la aridez del desierto de Atacama parece estar extendiendo su dominio hacia el sur, afectando en principio las provincias más cercanas a este”.

“El 2023 fue diferente debido a la llegada de menos sistemas frontales a la región, y los que lograron alcanzarla lo hicieron con baja intensidad. Esto tiene que ver con el caos y la aleatoriedad del sistema atmosférico, las trayectorias seguidas por los frentes no se comportaron como pasados años de El Niño”, indica.

 

 

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